martes, 12 de julio de 2011

Agencias de calificación: Los nuevos gurús de la economía.

Un nuevo martes negro. Al final va a ser verdad el mal fario de los martes.
Es difícil no abrir un periódico o escuchar un telediario sin que aparezcan las palabras mágicas que, según parece, rigen la economía mundial: Agencias de calificación.
¿Quien son esos entes extraños que últimamente, día si y día también, hacen temblar los cimientos de la economía europea?
Parece que se trata de empresas, que por cuenta de un cliente, califican unos determinados productos financieros, el riesgo de impago y el deterioro de la solvencia del emisor del producto.
Lo importante en este caso es que lo que se califica es, nada mas y nada menos, que la solvencia de un país.
Y la primera pregunta que me viene a la mente es: ¿de donde han salido estas agencias de calificación? aunque la respuesta, no se porque, me la imaginaba: de Estados Unidos.
¿De donde les viene tanto poder, que por mor de sus opiniones, han dado al traste con la economía, ya maltrecha, de países como Grecia, Irlanda, Portugal y parece que ahora tienen en su punto de mira a Italia y España?
¿ No es capaz el Banco Central Europeo de crear su propia agencia de calificación y desvincularse de las agencias americanas, cuyo único fin es favorecer al dolar en contra del euro, en lugar de repetir constantemente: "ajustes y control del gasto"?

Tampoco acabo de entender el motivo por el que se da tanta credibilidad a dichas agencias, si en ocasiones anteriores han demostrado su poca fiabilidad. ¿Donde estaban unos días antes de la bancarrota de Enron, a la que habían calificado con niveles normales o posteriormente con Lehman Brothers, Goldman Sachs o Merrill Lynch que tenían buena calificación antes de su debacle y que han sido el inicio de la crisis que estamos padeciendo?

Y.... el Fondo Monetario Internacional ¿ que opina de esto ?
La quiebra de un país de la zona euro daría al traste definitivamente con el proyecto de Europa, otrora objetivo ilusionante para los gobiernos y hoy presa del egoísmo de algunos con escasa perspectiva de futuro.
Un europeista convencido.

domingo, 10 de julio de 2011

Drambuie, algo mas que un licor: Historia de Escocia

Escocia, tierra de mitos, de batallas, de monstruos fabulosos y de castillos con fantasma, fue testigo de un gesto que se convirtio en leyenda. Hace mas de 250 años un principe agradecido regaló al jefe de un clan leal la mas preciada de sus posesiones: la fórmula secreta de un elixir de oro.
Esta es la historia del licor hoy conocido como Drambuie.
En el año 1745 el principe Carlos Eduardo Estuardo, conocido en las Islas Britanicas como Bonnie Prince Charlie (El bello principe Carlos)  viajó a Escocia paral intentar restaurar a la dinastía Estuardo en el trono de Inglaterra, Escocia e Irlanda , ocupado en ese momento por la dinastía Hannover.
El Joven Pretendiente, como también es conocido logro reunir un ejercito de exiliados ingleses y apoyado por buques franceses, desembarco en Escocia consiguiendo formar un ejercito compuesto principalmente por los clanes de las Highlands y con él marchó hasta Derby en las cercanías de Londres. Pero el asalto final a la capital no se produjo, debido en parte a que las prometidas tropas francesas no llegaron y al regreso de parte del ejercito ingles, que se encontraba luchando en la Guerra de Sucesión Austriaca.
El ejercito escoces se retiró hacia el norte a la espera de buscar el momento propicio para el asalto final, pero este no llegó y permitió que en 1746 el ejercito ingles, al mando de Guillermo, Duque de Cumberland, hijo del rey Jorge II de Hannover derrotase a los escoceses en la cruenta batalla de Culloden Moor, en la que Guillermo se ganó el apodo de "Carnicero".
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Tras la derrota, Carlos debió huir, navegando hacia las Islas Hébridas, ocultándose en casa de sus partidarios, pues los ingleses ofrecían una recompensa de 30.000.- libras por su captura. A punto de ser apresados, llegaron a la Isla de Skye donde fue alojado por el capitán John McKinnon. El príncipe, que había perdido todos sus bienes, le obsequió con la receta de un exilir misterioso, del que bebía unas gotas todos los días. Nadie sabia la formula del exilir, solo que había sido creado por la Real Botica.
El regalo del príncipe fue conservado por la familia McKinnon haciéndose  famoso en la zona como An Dram Buidheach (en gaélico, la bebida que satisface).   
En 1870, James Ross propietario de una posada en la Isla de Skye convenció a los NcKinnon para fabricar su licor en grandes cantidades y venderlo a sus clientes, logrando un éxito tal que consiguieron exportarlo a Francia y Estados Unidos, patentando el nombre de Drambuie en 1893. La receta actual está custodiada por la familia McKinnon.

Este bella historia me la contaron en un pub de Inverness, una fría noche de verano, mientras apurábamos unas copas del licor.   


martes, 5 de julio de 2011

Jugendstill en Aachen

Hace poco he tenido la oportunidad de visitar la ciudad de Aachen o Aquisgran como es conocida en español, centro de poder de los emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico gracias a que Carlomagno instaló allí su gobierno y donde finalmente moriría.
Esta pequeña ciudad de unos 250.000.- habitantes tiene numerosos lugares de interés, pero en ninguna de las informaciones turísticas que he manejado previamente a mi visita, aparecía que tuviese un barrio Modernista o Jugendstill como se conoce este estilo en Alemania.

Una mañana, por casualidad pues fue fruto de un error en el manejo del plano de la ciudad, aparecí de repente en un pequeño bulevar arbolado. Estaba lloviendo y como iba en coche y despistado no me  fijaba excesivamente en el entorno, y mi único fin era encontrar la ruta perdida, pero al detenerme en un semáforo vi  que a ambos lados de la calle se alineaban, uno detrás de  otro, gran cantidad de edificios de estilo Modernista. Miré en la esquina el nombre de la calle: estaba en Viktoriastrasse.

Al día siguiente y ya con el camino a seguir perfectamente estudiado, me acerqué hasta el mismo sitio. Efectivamente, caminando por el paseo central, a mi izquierda y a mi derecha iban apareciendo edificios, a cada cual mas bonito y original, y todos en un estado de conservación casi perfecto. Durante los 600 metros que caminé ,hasta una plaza donde finalizaba el bulevar observé que las calles paralelas a Viktoriastrasse, una a cada lado, así como también  otras dos calles perpendiculares que la atravesaban, estaban igualmente repletas de edificios similares, que convierten a esa zona de la ciudad en un interesante paseo para los amantes del Art Noveau, como también se conoce en Francia esta tendencia artística que abarca diversas artes además de la arquitectura.
Así pues, recomiendo a los que visiten Aachen que busquen en el mapa la situación de Viktoriastrasse, no muy lejos del centro de la ciudad, y le dediquen unas horas a esta maravilla, parece que no muy conocida, pues tampoco he visto información en libros o guias dedicadas al Modernismo, del que en España es pieza
capital Antoni Gaudí.